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LIGO detecta ondas gravitacionales por tercera vez

12 Junio, 2017

El Observatorio por Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO) ha hecho la tercera detección de ondas gravitacionales. Cómo en los dos casos anteriores, las ondas han sido generadas por la fusión de dos agujeros negros que han formado uno de mayor tamaño.

Este hallazgo consolida la existencia de una nueva clase de pareja de agujeros negros, o agujeros negros binarios, con masas más grandes que las que se habían detectado nunca antes de LIGO. Así, el agujero negro surgido de la fusión de los dos agujeros negros de la tercera detección tiene una masa que es 49 veces la del Sol. Esto llena la diferencia que había entre los dos agujeros negros de las dos primeras detecciones de LIGO: en la primera detección, la masa del agujero negro era 62 veces la del Sol, mientras que en la segunda detección la masa del agujero negro era 21 veces la del Sol.

La tercera detección de ondas gravitacionales que ha hecho la Colaboración Científica LIGO, en la cual participa el Grupo de Relatividad y Gravitación de la Universidad de las Illes Balears, tuvo lugar el pasado 4 de enero de 2017, en el marco del actual periodo de observación de LIGO. Este periodo empezó el 30 de noviembre de 2016 y se alargará hasta pasado el verano.

En los tres casos, cada uno de los dos detectores de LIGO detectó ondas gravitacionales de la fusión enormemente energética de parejas de agujeros negros. Estas colisiones producen más energía, en el instante anterior a la fusión de los agujeros negros, que la energía emitida como luz por todas las estrellas y las galaxias del Universo en cualquier momento. La última detección es la más lejana, con los agujeros negros localizados aproximadamente a 3 mil millones de años luz. Los agujeros negros de la primera y la segunda detección estaban a una distancia de 1.300 y 1.400 millones de años luz, respectivamente.

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